¿Y si dieras una oportunidad más?

Una oportunidad más

Si dieras otra oportunidad a una persona, ¿qué crees que haría con ella? ¿Qué crees que cambiaría? ¿Lo que dijo? ¿Lo que hizo? ¿Su respuesta? ¿Lo que sintió? ¿Haría de manera distinta el proyecto que le diste? ¿O incluso estudiaría algo distinto de lo que estudió? ¿Elegiría a otros socios para su empresa?

Posiblemente si esa persona tuviera otra oportunidad, haría algo distinto o igual no, igual repetiría cada paso que ha dado hasta el momento pero sea como sea, algo que puede cambiar “su mundo” y “el mundo” es una sola oportunidad más.

 

OPORTUNIDADES QUE CAMBIAN VIDAS

Cansada de mil y un trabajos distintos, un verano decidí optar por uno distinto: el de Socorrista. Cursé las asignaturas, después pasé las pruebas físicas (aunque me resultó durísimo) y empecé con mi trabajo. Agua, risas, niños y más niños, madres que les perseguían, puestas de sol, adolescentes complicados y retantes, peligros y mil cosas más componían aquel verano. Pero también algunas historias curiosas. Te cuento una de ellas: una tarde un grupo de tres señoras me llamó de forma extraña, mirando de lado a lado para asegurarse de que nadie las veía hablar:

Reme, Reme, ven para aquí un momento, rápido, corre.

Yo me acerqué pensando que había algo de una urgencia extraordinaria para que me llamasen de ese modo:

– Mira, ese chico que estaba hablando contigo es muy peligroso. Un día, en la puerta de su casa estaba detrás de la persiana y nos amenazó con un cuchillo. Yo no quiero decirte nada, pero mejor que no te acerques a él.

– Bueno, gracias por el aviso pero hasta el momento, el chico no ha sido peligroso conmigo, con lo que mientras no me demuestre lo contrario, continuaré hablando con él. Pero muchas gracias– les contesté.

Y aunque ellas siempre me miraban de forma extraña, yo continué conociendo al chaval. Un chaval al que nadie había dado una oportunidad, el mayor de 4 hermanos, familia desestructurada, sometido a duras palizas por parte de un padre alcohólico. Y sí, había amenazado a las “cotillas del pueblo” pero sin cuchillo y porque las escuchó en la misma puerta de su casa hablar de él y su familia.

El chaval cambió, en un verano (algún día os contaré nuestras conversaciones y cómo fue cambiando), en solo un verano y por el simple hecho de haber recibido una oportunidad, simplemente por ser escuchado con interés y tratado con el máximo respeto con el que se puede tratar a un ser humano.

 

¿POR QUÉ SOMOS RÁCANOS DANDO OPORTUNIDADES?

A veces en la vida no somos demasiado buenos dando oportunidades. Cuando sentimos miedo hacia algo o cuando algo ha roto nuestra sensación de confianza nos cuesta dar oportunidades. Otras veces a lo mejor no se nos pasa por la mente que esa podría ser una alternativa o incluso me atrevo a decir, que como nos han dado en general tan pocas oportunidades tampoco sabemos ni cómo hacerlo.

No obstante, cuando vamos un poco más allá y nos arriesgamos dando una oportunidad (aunque pensemos que nos podríamos equivocar) podemos encontrar mil y un beneficios para la propia persona, para nuestra empresa, para nuestra familia e incluso para nosotros mismos.

 

EL IMPACTO DE UNA OPORTUNIDAD MÁS:

¿Por qué impacta entonces cuando le damos vida a esas tres palabras de “UNA-OPORTUNIDAD-MÁS”?

Rompe esquemas: cuando el chaval de la piscina recibió una oportunidad por mi parte, cuando fue tratado con cariño y respeto, esto rompía sus esquemas. ¿Por qué esa tipa que había llegado a la piscina le hablaba bien? ¿Por qué le trataba con respeto cuando la comunicación de él era tan agresiva? A veces golpeaba con sus palabras, pero yo no me movía del lugar hasta que se rompieron sus esquemas y pensó: “Esta tipa es rara, pero diferente a otras personas que he conocido”.

Sensación de esperanza: el chaval había perdido todo tipo de esperanza en que “el mundo” le pudiese aportar algo. Su familia, sus amigos, las cotillas del pueblo le habían machacado lo suficiente para destruir cualquier esperanza de cambio y superación que pudiese tener.

Activa y motiva: no hay nada más motivante que te den una nueva oportunidad cuando pensabas que ya nadie te la iba a dar. En ese punto en el que el chaval sintió que era una oportunidad de verdad, la cogió con todas sus fuerzas. Por su cabeza pasaba solo una idea: no sé si volveré a encontrar en mi vida alguien que me dé una oportunidad por lo que o sí o sí o sí, la gasto de la mejor manera posible.

 

RETO DE LA SEMANA:

¿Qué reto te planteo esta semana? Esta semana vas a buscar la oportunidad de dar una nueva oportunidad a alguien. Puede ser a tu jefe, a uno de tus colaboradores o incluso a un compañero, podría ser a un amigo o incluso a uno de tus hijos, solo busca a alguien a quien podrías dar una nueva oportunidad. Y a partir de ahí, regala esa oportunidad (aunque no se la comuniques explícitamente) y mírate a ti mismo…¿algo empieza a cambiar?

¡Nos vemos la próxima semana!

Reme Egea
Reme Egea
Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto educativo "Con los pies en el aula", Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

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