TIGER WOODS- Cómo líder está prohibido fallar

Un líder no debería fallar o al menos no fallar tan estrepitosamente y menos cuando hay tantas personas que lo siguen, que lo admiran. Un líder debería dar lo máximo, siempre y más cuando su nómina se compone de muchos ceros. Un líder debería ser implacable, impoluto en cada tarea que realiza y cada valor que desprende, un líder no debería permitirse el lujo de equivocarse.

Pues respecto a estas primeras líneas y visión sobre el error en líderes tendría clara mi respuesta al respecto: Bullshit!!!

No sé de Golf, y lo máximo que me he acercado a ese mundo ha sido hablando con mi amigo Nacho y dándome la bonita oportunidad el pasado junio de tocar un palo de golf, de golpear fatal y picarme conmigo misma durante aquella tarde, de sentir el silencio y paz de aquel lugar y poco más, pero sé sacar números y estos resultados que consiguió durante su carrera Tiger Woods, se merecen mi alabanza:

RETOS CONSEGUIDOS:

– Cuenta con 15 majors, convirtiéndose así en el segundo jugador con más majors ganados en la historia del golf.

Y esto es ni más ni menos lo que ha ganado a lo largo de su trayectoria profesional:

TÍTULOS:

– 5 títulos en el Masters de Augusta.

– 3 títulos en el Abierto de los Estados Unidos.

– 3 títulos en el Abierto Británico.

– 4 títulos en el Campeonato de la PGA.

VICTORIAS:

– 8 victorias en el WGC-Bridgestone Invitational.

– 7 victorias en el WGC-Campeonato Cadillac.

– 3 victorias en el WGC Match Play.

– 3 victorias en el Tour Championship.

– 2 victorias en la FedEx Cup.

– 82 torneos del PGA Tour (184 top 10).

– 41 victorias del PGA European Tour (90 top 10).

Es considerado uno de los golfistas más importantes de todos los tiempos, junto a Jack Nicklaus y Arnold Palmer.

 Estos son sus logros. Igual tú crees que no es para tanto, pero detrás de todo ello hay trabajo, dedicación, lucha y mil aspectos que desde mi punto de vista lo hacen admirable como líder deportivo en su sector. Y sí, falló a nivel personal a muchas personas, cometió errores, cometió fallos grandes que afectaron a distintos seres humanos… ¿y qué? ¿No crees que tiene todo el mundo tiene derecho a fallar sin recibir tantos juicios de valor?

Previo a uno de los campeonatos recibía ante la prensa un juicio realmente potente por parte de Billy Payne (Chairman, Augusta National) que decía:

No es solo su conducta, que aquí es intolerable. Es que nos defraudó a todos, y sobretodo a nuestros hijos y nietos. Nuestro héroe no cumplió las expectativas del modelo que buscábamos para nuestros hijos. ¿Se puede seguir adelante? En Augusta esperamos y rezamos para que nuestro campeón comience aquí su nueva vida de un modo positivo, esperanzador y constructivo. Pero su futuro no volverá a medirse solo por su actuación en el campo, sino por la sinceridad de su esfuerzo”.

Me sorprende cuando a veces nos arriesgamos a emitir este tipo de valoraciones puesto que quien las emite parece ser que es la persona más perfecta del mundo. ¿Realmente tenemos derecho a exigir a nuestros líderes hasta ese nivel? Sinceramente creo que esas exigencias, marcan y dificultan la vida de muchos líderes a distintos niveles.

Día a día me encuentro con CEOs, con grandes líderes de corporaciones, con números 1 en distintos sectores que parece que están ahí por cada uno de sus aciertos. Da la sensación de que no fallan, de que cada decisión que toman es la más brillante y acertada que podrían haber tomado, de que son perfectos, o al menos así nos lo muestran sus redes sociales y profesionales. Pero repito… Bullshit! Lo siento, pero como humanidad a ese nivel nos estamos equivocando (y yo la primera).

No podemos mostrarnos tan “invulnerables” porque somos humanos y como tales cometemos fallos prácticamente todos los días. Como líderes metemos la pata, tomamos decisiones equivocadas, no conseguimos en muchas ocasiones los números u objetivos propuestos, decimos cosas que fastidian a quien tenemos a nuestro alrededor, fallamos estrepitosamente en algunos proyectos… ¿y por qué no decirlo y compartirlo? Si nos mostramos como perfectos robots, hacemos creer a la gente que nos rodea que el problema lo tienen ellos cuando fallan ya que si se comparan con nuestra perfección la distancia es inmensa…

Esta misma reflexión es aplicable con nuestros hijos: desde hace tiempo decidí que no solo me iban a ver fallar mi equipo, sino también mis hijos. Fallo y cuando lo hago, lo reconozco verbalmente y continuo adelante con fuerza y con ganas de superarme. Quiero que aprendan que ellos pueden fallar y aún así levantarse, aprender y saber que más pronto o más tarde volverán a caer.

Hay una frase que en una entrevista comparte Pete McDaniel (amigo de la familia Woods) sobre este tema y dice:

Cuando Tiger recorría la galería esperando ganar su 15ª major, yo ya sabía qué esperarme. Mucha gente decía que era un hombre distinto, el héroe conquistador. Pero eran los mismos que cuando Tiger estaba en la cima, intentaban hacerlo caer. Y cuando cayó saltaron encima de él con fuerza. Y cuando se alzó de nuevo, lo consideraron un virtuoso. ¡Qué hipocresía de mierda! Es un ser humano con debilidades como todos. El problema es que intentamos verlo como más de lo que es”.

Pues así es (desde mi punto de vista) cuando un líder está en lo alto, todo el mundo lo aclama, lo vitorea y se acerca a él mismo. Cuando cae, todo el mundo se aparta y todo lo conseguido parece completamente olvidado. ¿Por qué nos inventamos esas formas de medir que tanto daño nos hacen como líderes y como personas?

Tiger Woods cayó, tocó fondo, llegó a lo más alto y a lo más bajo (al menos para aquellos que lo valoraban) aunque yo no lo veo así. Solo veo decisiones que a veces pueden ser equivocadas, pero de las que se puede aprender. El caía y mientras los medios y seguidores ponían un pie encima, volvía a luchar por levantarse… ¿no es eso liderarse a sí mismo?

Si cada vez que falláramos, la gente nos abandonara, creo que todos los seres humanos estaríamos completamente solos.

Y tú, ¿te permites ser vulnerable y mostrarlo a quien te rodea?

Reme Egea
Reme Egea
Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto educativo "Con los pies en el aula", Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

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