¿Sabías que los lunes también son parte de la semana?

Igual esta pregunta te parece un tanto retórica, o ilógica o incluso tonta porque claro en nuestra infancia aprendimos que los días de la semana son lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. Es más, nos enseñaban que los lunes marcaban el inicio de la semana con que sin ellos, parece que no pasarían los meses.

Sí, lo sé, te estarás planteando que todo esto parece muy obvio, pero si es así, ¿por qué muchos lunes llevarnos caras largas? ¿Por qué escucho (o he dicho) tantas veces eso de «qué pena, mañana ya es lunes»? ¿O por qué el lunes cuesta más esfuerzo arrancarle a alguien la sonrisa?

HISTORIAS REALES

Pues hoy os contaré que el sentido de mis lunes cambió en una parada de autobús, un lunes frío de invierno, a las 7 de la mañana. Durante unos meses trabajé en un proyecto en el que tuvimos que preparar a más de 100 mandos intermedios para que liderasen eficazmente a sus Equipos de trabajo. Y esta empresa-cliente tenía su propia línea de autobuses para recoger cada día a sus trabajadores. Muy cerquita de mi casa pasaba una de estas líneas por lo que me venía genial coger el autobús: el rato de conducir lo podía cambiar por media hora más de sueño.

Aquel lunes por la mañana llegué a la parada y me situé cerca de los 3 señores que allí esperaban puntualmente el autobús. Me quedé cerca de ellos pero sin romper el silencio que allí había. Unos minutos más tarde, todo cambió: cruzó la calle ágilmente un señor de casi dos metros de alto, de pelo blanco, de algo más de 65 años. Intuía que tenía otra nacionalidad y con solo un «buenos días» me confirmó la hipótesis.

Los tres hombres que allí había se mantenían con la cabeza agachada, el cuerpo encogido y en silencio, como yo los había encontrado hacia unos minutos, hasta que el torbellino de energía fue pasando por delante de cada uno de ellos. A cada uno le daba la mano y con una sonrisa espectacular le regalaba el «buenos días» más positivo que he escuchado en mi vida.

La respuesta de los tres fue la misma: un «buenos días» que solo podías leer en sus labios, sin casi sonido y la típica mirada de «ya está aquí el loco de turno».

UN BUENOS DÍAS MÁS QUE ESPECIAL

Y bueno, a mi también me llegó el turno, «buenos días, señorita» y la típica sonrisa de película. Yo contesté un tímido «buenos días» pero también con sonrisa incluida.

En ese momento, el torbellino de energía se acercó y me dijo en voz baja: «Estos todavía no se han dado cuenta de que el lunes es uno de los días de la semana, es decir, uno de los días que les quedan por vivir. A ti seguro que te quedan muchos más lunes que a mi, pero no te olvides de vivirlos». Yo me quedé simplemente en silencio, pensando, sintiendo cada una de las palabras que acababa de transmitirme aquel torbellino de energía. El torbellino se llama Michael… Algún día os hablaré más de él…

APRENDIZAJES QUE TE TRANSFORMAN

La verdad es que desde aquel día, el sentido de los lunes cambió rotundamente para mí. Se convirtieron en un día de 24 horas como es el sábado o el domingo, un día al que vale la pena sacarle todo el jugo posible, un día que te permite salir a correr y perder las calorías de más acumuladas el fin de semana, un día en el que vuelve a empezar la semana y todas las oportunidades que esta nos ofrece.

¿Y para ti, cómo son los lunes? Puede que los lunes hasta el momento no hayan sido tu día favorito de la semana. Pero si no lo son para ti, ¿crees que lo serán para quien te rodee? Si en este momento estás liderando un equipo de trabajo, o si tienes que hablar con tu jefe, o tienes que hacer una llamada a un cliente, puede que sin darte cuenta les estés ayudando a que copien tu actitud. No es una cuestión mágica, ni mucho menos, simplemente repetimos conductas de aquellas personas con las que interactuamos cada día por lo que si no te gusta la «actitud lunera» de las personas con las que convives el lunes, sería útil revisar cómo está siendo la tuya. ¡Seguro que aprendes algo al respecto!

RETO DE LA SEMANA:

Afortunadamente esta semana te vas a encontrar con un día entero para llevar a cabo el reto: las 24 horas del lunes. Pues este lunes lo vas a vivir como si de un sábado o domingo se tratara: ponte lo que te pondrías uno de estos días, desayuna lo que desayunarías el fin de semana, queda con alguien con quien te apetece quedar un sábado o un domingo y disfruta de algo de lo que disfrutarías el fin de semana. Y vamos a ver qué pasa… ¡Igual empiezas a enamorarte de los lunes!