La marca se lleva por dentro

– Mamá, quiero que me compres los Levi’s o unos Chipie. Tienes que comprármelos porque todas mis amigas los tienen y si no tengo estos vaqueros seré la única de todas mis amigas que no los tenga.

– Me encantaría comprártelos, hija, pero ya tienes otros vaqueros y sabes que no hay dinero para comprar esos pantalones tan caros.

– Sí, pero yo los quiero, los necesito de esa marca porque sino seré la única que no los tiene.

– Lo sé hija, pero no vas a tenerlos de momento. Además, lo que tienes que hacer es no pensar tanto en TENER una cosa u otra sino en SER. Porque la verdadera marca es aquella que se lleva por dentro.

EXPLICACIONES QUE SOLO ENTIENDES CON EL TIEMPO

En ese momento yo tenía 10 años y a penas entendía los argumentos de mi madre. Yo lo único que quería eran mis Levi’s, o si no podía ser, mis Chipies pero salía de aquella negociación sin los pantalones que quería y siempre con aquella frase repetitiva con la que mi madre acababa la conversación: «La marca se lleva por dentro».

¿No habría forma de ganarle un día la partida a esa gran experta en negociación? Yo utilizaba todo tipo de argumentos:

– El de la ilusión: Mamá no te puedes ni imaginar la ilusión que me hace, es lo que más ilusión me hace en el mundo, lo que más, lo que más.

– El argumento de la calidad: Si son muy buenos mamá, son de mucha más calidad que los que me compras, seguro que me durarían mucho más.

– El argumento de la mayoría: Es que todas, todas, todas mis amigas los tienen.

– El del chantaje emocional: Seré la única que no los tiene, la única de todas mis amigas, la única de clase.

Y cómo estos podía buscar mil argumentos más pero ni uno solo la convencía. Ella tenía muy claras las prioridades de la vida y sabía perfectamente que no eran unos pantalones lo que te puede hacer feliz en la vida. Y así crecí, sin los Levi’s pero con aquella repetida frase de que «La marca se lleva por dentro».

CUESTIÓN DE MARCA PERSONAL

Poco a poco fui descubriendo cuán importante era trabajar con uno mismo, ir mejorando día a día como persona y crear nuestra propia marca. Con esto no me refiero a «hacerte famoso» ni me refiero a crear una imagen de quien realmente no eres. Con marca personal me refiero a todo aquello que te caracteriza, que te hace diferente, que te distingue, aquello que hace que seas único e irrepetible.

Marca personal es todo aquello que hace que seas un «jefe» completamente distinto a cualquier otro que hayan tenido o tendrán en tu empresa, o ser un «compañero» distinto a cualquier otro del departamento o que incluso cuando un amigo te llame, seas ese «amigo» distinto a cualquier otro que podría llamar, con conversaciones distintas, con una forma de ser distinta, con valores distintos.

Esa marca personal, se desarrolla desde el minuto 0 en que se produjo tu primera respiración, desde tu primer lloro en este mundo. Desde ese momento cualquier situación que vives, cualquier evento, cualquier ser humano que se cruza en tu vida, un familiar, un maestro, un amigo, cualquier libro que cae en tus manos, o canción que escuchas, cualquier afición que practicas… todo ello va construyendo esa «esencia Personal», ese perfume que hace que te distingan aquellos que se han cruzado alguna vez contigo.

Y es que después de un tiempo empiezas a descubrir que los vaqueros por muy de marca que sean se estropean, se deterioran, pierden parte de su utilidad, a veces pierden parte de su calidad, se prestan, acaban dependiendo de ese jabón con que los lavas, de las inclemencias del tiempo, de las manchas por las que se ven accidentados, mientras que la marca personal que se cuida y se cultiva, crece, mejora, se desarrolla, puede llegar a ser útil para otros, ayuda a otros, permite desarrollarse y ser mejor día a día. Entonces, ¿con qué «esencia Personal» quieres que se te reconozca?

RETO DE LA SEMANA:

Esta semana tienes un reto muy importante, un trabajo interesante con la persona más única y especial que nunca hayas conocido: Tú mismo. Me gustaría que resuelvas unas preguntas simples y a la vez complicadas:

– ¿Cuáles son los aspectos que crees que te caracterizan?

– ¿Qué te hace único e irrepetible?

– ¿Cuál crees que es esa esencia personal por la que te reconoce el mundo?

– ¿Te gusta esa esencia o te gustaría hacer pequeños cambios en la misma?

Si con ello descubres que es la esencia perfecta…¡pues a mantenerla!

Y si todavía te gustaría ir haciendo pequeños cambios, cambiando poco a poco su aroma…¡nos iremos poniendo más retos! En tus manos está la decisión…

¡Nos vemos la próxima semana!