Dos kilos de motivación en venta

Dos kilos de motivacion en venta

Viernes. Día gris y lluvioso. Día de trabajo duro: reuniones con equipos de dirección, planificación del próximo Outdoor Training, formación con la gerencia del nuevo cliente… Son las 20:30 horas, casi el final de un día de otoño.

DOS OPCIONES ANTE TI

Y ahí estás, dos caminos delante de ti: un fantástico sofá, con una manta a los pies, suave, agradable, aterciopelada o el otro camino… ¡Una piscina a 25 grados!

Y justo es en ese punto del camino donde puede cobrar vida la automotivación. Es ese punto en el que no hay nadie más que te motiva, nadie que te impulsa, nadie que te anima, solo tú con tu mochila, tu cansancio y tus trastos de natación en una fría tarde de otoño.

Son ya varios años los que llevo notado todas esas sensaciones al menos dos días por semana (bueno, dos días para ir a nadar, pero otro día para ir a correr y otro para coger la bici). Esos días se convierten en una oportunidad de estirarte a ti mismo, de automotivarte, de empujarte hacia adelante y dar lo mejor de ti.

Te puedo asegurar que para buscar excusas puedo ser una verdadera crack… Puedo inventarme cualquier dolor, cualquier resfriado o cualquier motivo de fuerza mayor…en serio, si necesitas alguna excusa… ¡Pregúntame!
Einstein fuerza motriz voluntad

NADANDO CON LAS EXCUSAS

Y bueno, con todo eso, abres la mochila, te equipas, y te tiras al agua con todas y cada una de tus excusas. Es realmente curioso notar que puedes nadar acompañado de las mejores excusas que hayas podido inventarte y formular en tu vida. Es espectacular como brazada a brazada tus excusas van perdiendo fuerza y se quedan en el fondo de la piscina.

Creemos que para iniciar cualquier proyecto, cualquier actividad o cualquier cambio necesitamos sentir ganas, ilusión y motivación pero te sorprenderías de lo que eres capaz de hacer aun cuando sientes todas esas “fantásticas excusas”. Como ves no es necesario sentir siempre toda la motivación del mundo para iniciar algo o para mantenerse en el tiempo cumpliendo uno de tus objetivos. La automotivación no es algo con lo que nacemos, sino que es una habilidad que se practica y se entrena con el tiempo.

Posiblemente sea una de las habilidades núcleo que caracterizan a los grandes líderes con los que me he ido encontrando a nivel personal y profesional. Ellos y ellas son personas que lo único que necesitan para poner algo en movimiento es a sí mismos, su energía y su fuerza de voluntad. A veces podemos pensar que ellos son capaces de lanzarse hacia donde sea sin esfuerzo. O podemos pensar que nacieron con unas capacidades superiores al resto y que pueden hacer grandes esfuerzos sin a penas notarlo pero…¿Y si les preguntas? Posiblemente te darás cuenta de que para ellos y ellas tampoco es tan sencillo como nosotros intuimos.

VISTO DESDE FUERA TIENE UN COLOR DISTINTO

Visto desde fuera podríamos pensar que para ellos es muy fácil, que no implica esfuerzo lanzarse a esa piscina fría en un día de invierno, que no implica esfuerzo quedarse una hora más trabajando en un proyecto para tirarlo adelante, o que no les cuesta esfuerzo darle una vuelta más a la estrategia empresarial que deben seguir en los próximos 5 años, pero nos equivocamos. Como para cualquier ser humano, elegir el camino de la piscina dejando en casa el fabuloso y espectacular sofá que le espera, puede ser duro. ¡Pero nadie dijo que esto fuera a ser fácil!

La vida está para vivirla, para saborearla, para liderarnos a nosotros mismos cada día y para empujarnos e ir más allá. ¿Y por qué? Pues porque al final de nadar esas 60 piscinas o 80 o 20 si estás empezando, después de todo ello sales de esa piscina con una fuerza increíble en tu cuerpo y con una automotivación espectacular para continuar viviendo. Sin ninguna duda es algo muy retante, algo que hace brillar todas y cada una de tus excusas, algo que necesita toda tu fuerza de voluntad, pero sin ninguna duda vale la pena intentarlo.

RETO DE LA SEMANA:

El reto de esta semana va a ser justamente desafiar a esas excusas que construyes para evitar ponerte en marcha con algo que te “gustaría” hacer.

  1. Lo primero que te propongo es que busques algo que está guardado en el baúl de las cosas que te gustaría llevar a cabo. Podría ser empezar a nadar, preparar una reunión que tienes la próxima semana, mejorar el inglés o incluso preparar un proyecto de trabajo que llevas meses dejando de lado. Sea como sea, elige algo que hayas estado dejando olvidado durante un tiempo.
  2. A partir de ahí elabora todas las excusas más fantásticas que puedas imaginar: excusas verdaderas, falsas, fantásticas, originales…¡todas son bienvenidas! Lo más fácil es que si tienes práctica en crear excusas no tendrás ninguna dificultad en este punto.
  3. Realiza la acción aunque sea solo por una vez en tu vida acompañado de todas tus excusas: lánzate a la piscina con todas las excusas, abre un programa de inglés gratuito en tu ordenador con todas las excusas sentadas a tu lado o abre un documento e inicia la preparación de esa reunión, con todas las excusas allí mirándote.

¿Te atreves con el reto? Ves con cuidado porque esto podría tener efectos secundarios: Podría ser que te cargases a alguna de estas excusas…pobrecitas, cuídalas…

 

¡Nos vemos la próxima semana!

Reme Egea
Reme Egea
Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto educativo "Con los pies en el aula", Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

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