Te compro tu motivación

te compro tu motivacion

Si me tuvieras que decir cuánto vale tu motivación, ¿qué dirías? ¿Cuánto necesitarías ganar para estar continuamente motivado? ¿Para qué gastarías esa motivación? ¿Cuánto te duraría?

Pues justamente este tema es uno de los mejores predictores de la motivación que puede existir en una empresa, en un proyecto o incluso en un equipo de trabajo. Cuando empiezo a trabajar con un equipo y me empiezan a hablar de sí mismos, de lo que hacen, de lo contentos o no que están con su trabajo, siempre atiendo a una serie de palabras clave: dinero, euros, cobrar, ganar, bien pagado, mal pagado y un largo etcétera que se relaciona con ese invento tan poderoso como es “el dinero”.

 

UNA DIRECTIVA DESMOTIVADA

Hace 4 años empezamos a trabajar con un nuevo cliente. Éste llegaba por recomendación de uno de nuestros clientes más potentes. Primero una reunión para conocernos, después otra para presentar el proyecto y en nada estábamos metidos en aquel equipo de trabajo tan peculiar. Una de las primeras acciones con las que empezamos fue con una de las técnicas que en aquel momento estábamos lanzando en nuestra empresa: el Shadowing Ejecutivo.

Aquel lunes acompañaba a una de las directivas más importantes de la empresa. Justo el lunes es un día perfecto para comprobar las motivaciones porque se reflejan con la simple respuesta a la pregunta de “¿Cómo estás?”. Y muchas veces escuchas eso de “Pues ya ves, de lunes”…¡cómo si todos los lunes fueran iguales!

Durante la jornada pasamos por reuniones, gestiones, lanzamientos de proyecto, visitas al cliente, conversaciones con sus colaboradores, etc. y como buena “Shadow” iba recogiendo toda la información llamativa al respecto. En esos desplazamientos de un lado a otro íbamos hablando de temas varios como la gestión en la empresa, de sus responsabilidades y cómo ella se sentía con las mismas. Hasta que pasadas un par de horas empezaron a salir las palabras clave: “dinero”, “no se cumple lo que yo esperaba que me pagaran”, “dijeron que me subirían el sueldo pero todavía no ha pasado”…y un sinfín de frases similares.

 

QUERIDO WATSON, TENEMOS UN PROBLEMA

En ese punto, sabemos que hay un problema en la motivación en general de esta directiva. Cuando una persona está motivada con su trabajo, disfruta y siente que le enriquece, el foco no está tanto en la parte monetaria sino en muchos otros puntos. Y si no, que le pregunten hoy a esta misma directiva (ya no te habla nunca del dinero…).

Evidentemente todos necesitamos cobrar un sueldo que nos permita vivir y cubrir necesidades básicas como la comida, un lugar donde vivir, nuestra salud, etc. pero a partir de un determinado punto en el que esto está cubierto, el dinero deja de ser motivante en sí mismo. Cuando una persona se enfoca en exceso en el aspecto económico de su trabajo, suele ser porque otras áreas profesionales no están resultando motivantes.

Es más, para que el dinero fuese realmente motivante tendría que crecer nuestro sueldo exponencialmente hasta que llegaría un punto que sería prácticamente insostenible para una empresa.

 

OTROS MOTIVADORES

Entonces, ¿si el dinero no es un motivador a largo plazo qué opciones tenemos? Por mi experiencia trabajando con equipos de personas hay ciertas cosas que nos activan, que nos hacen disfrutar más de nuestro trabajo y a la vez aportan mucho más a la empresa en general. Te doy alguna de mis claves:

Sensación de libertad: en mi equipo de trabajo intento que las personas sientan la libertad en distintos aspectos. Por ejemplo: libertad a la hora de decidir cómo organizan sus tareas, los horarios en el trabajo (cuando es posible), libertad para participar en unos proyectos u otros, para decidir si trabajan desde la oficina o desde su casa, e incluso libertad para ver cuándo cogen sus vacaciones.

Compaginar vida personal, aficiones, amistades, etc.: Eso de ir de casa al trabajo y del trabajo a casa, hace un tiempo que se acabó. Esa es una experiencia que vivieron muchos de nuestros padres en un momento en el que las aficiones, los hobbies, el disfrute de la vida, tenían otro sentido. No digo si mejor o peor, tan solo distinto. Actualmente para mí y seguro que para ti las aficiones, el disfrute de las amistades, el deporte o el hacer otras cosas más allá del trabajo ha cobrado importancia. Éste es otro de los aspectos de motivación de mi equipo: a unos les motiva ir a estiramientos, a otros tocar la guitarra, ir a correr, quedar con un amigo a comer o incluso cogerse un día de rebajas y todo esto forma parte de que estén más motivados.

Reconocimiento del buen trabajo: Sí, tan simple como el “gracias”, o “muchas gracias”, o “has hecho un gran trabajo”, o incluso “sin tu ayuda este proyecto no habría salido” forman parte de mi vocabulario del día a día (o al menos del semana a semana). Soy consciente de que yo aporto todo lo que puedo, lo que sé y lo que siento al equipo pero estoy completamente segura de que sin ellos, los proyectos no serían lanzados, ni tendrían vida, ni serían tan ricos y potentes como llegan a ser. ¿Por qué no reconocerles lo importantes que son?

Pequeños detalles: Minúsculos, a veces casi imperceptibles pero todos los días existen pequeños detalles que hacen grandes diferencias. Me refiero a recordar tu cumpleaños, a traerte un minibocata si me preparo uno para mí, preguntarte cómo le fue a tu niña en el último examen o incluso decirte que te vayas ya a casa con el resfriado que llevas. Es curioso, porque cuanto más pequeños e imperceptibles son esos detalles, más tiempo se recuerdan.

Sé que todos estos motivadores y pequeñas ideas no son posibles en cualquier trabajo, pero sé que si buscas entre mis palabras algo encontrarás que sea replicable en tu empresa, en tu departamento o en el equipo del que formas parte. Ya sabes, en vez de centrarte en todo aquello que no aplica, ¿por qué no buscar lo que sí es aplicable?

RETO DE LA SEMANA:

El reto de la semana consiste en buscar entre los motivadores que te acabo de exponer, alguna acción que crees que puede hacer la diferencia. Algo que por pequeño que sea, pueda aumentar la motivación de alguna de las personas que te rodea. Elige, aplícalo en el contexto real y cuéntanos tus resultados…

¡Nos vemos la próxima semana!

Reme Egea
Reme Egea
Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto educativo "Con los pies en el aula", Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

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