¿Cómo crear hábitos potentes?

Hay dos momentos en el año en los que la creación de nuevos hábitos se convierte en un tópico muy típico: el 1 de enero y el 1 de septiembre. Es cierto que en el mundo adulto el 1 de enero es un inicio más marcado, pero si has sido niño el 1 de septiembre era otro final y a la vez inicio muy importante…se acababa el verano y casi empezaba otro curso escolar. Yo he estado tan vinculada a esa forma de contar los años que te confieso, ahora que no nos oye nadie, que mis agendas en papel hasta hace dos años eran “agendas escolares”, sí, sí, de esas que empiezan en septiembre y acaban en junio. 😉

Este verano he aprovechado para ampliar mis conocimientos respecto al funcionamiento de los hábitos. Es un tema tremendamente importante en mi día a día porque en nuestro trabajo diario intentamos introducir hábitos que beneficien al directivo o mando, que a su vez beneficien a su equipo y que beneficien a la empresa/negocio en general. Al adentrarme en algunas investigaciones, he ido descubriendo patrones que se repiten en las personas que adoptan nuevas formas de hacer y las convierten en hábitos y otras personas que solo se quedan en el inicio de estas nuevas conductas.

PARTIENDO DE UN EJEMPLO CONCRETO

Es muy posible que existan cientos de pautas para crear hábitos, pero yo compartiré contigo unas cuantas para que puedas empezar, pautas muy sencillas de llevar a cabo. Cuando hablamos de hábitos nos podríamos referir a cientos de campos como nuestra alimentación (p.e. Comer más verduras en nuestra dieta), a nuestro estado físico (p.e. Introducir la natación 2 días a la semana), a nuestras relaciones familiares (p.e. Pasar al día 30 minutos en exclusiva con cada uno de tus hijos) o incluso a hábitos en nuestro entorno profesional. Justo elegiremos uno de estos hábitos (p.e. Entrevistas One to One), para poder aplicar las distintas pautas que te presento.

Imagina que durante las vacaciones has estado reflexionando y te has dado cuenta de que pasan semanas y no tienes casi tiempo para acercarte a tu equipo y ver cómo está cada uno a nivel profesional y a nivel personal. Tanto es así, que te das cuenta de que hay personas en el equipo que si no te producen problemas, pueden pasar meses sin que te tomes un café con ellos para hablar de modo informal. Decides ponerle fin a esta situación e introducir un nuevo hábito: “Entrevistas One to One” (al menos 1 entrevista cada 3 meses con las 10 personas que tienes de 10 minutos…esto te llevaría encontrar 30 minutos al mes!!!!). Parece poco, lo sé, pero sin un buen hábito establecido, será muy fácil que se quede en una simple ilusión.

PAUTAS PARA CONVERTIR CONDUCTAS EN HÁBITOS POTENTES

    1. Empieza hoy: no lo dejes para mañana porque este puede ser el primer punto de fracaso. Cada vez que vamos a introducir un nuevo hábito tenemos la tendencia a decir “mañana empiezo” y esto nos lleva a no empezar nunca porque mañana nunca llega. Es una de las primeras trampas en las que podemos caer porque al no empezar, no vemos los resultados por lo que cada vez es más fácil abandonar la idea del cambio. Volviendo al ejemplo concreto de las “Entrevistas One to One”, se trata de que hoy mismo al acabar de leer el post llames a una persona de tu equipo y mantengas una reunión entre 5 y 10 minutos tan solo para preguntarle cómo le va a nivel profesional (en otro post te daré ideas de preguntas que podemos hacer en este tipo de entrevista).

    2. Anota en agenda cuándo llevarás a cabo la acción: todo lo que quede anotado en agenda, tiene más probabilidad de ser realizado. Volviendo a nuestro ejemplo, si al mes tienes que cuadrar 3 entrevistas, deja anotado qué día y a qué hora te vas a entrevistar con cada persona. El simple hecho de tenerlo en agenda aumenta la probabilidad de éxito ya que planificas en función de esas citas por lo que no tienes que buscar más hueco cuando se acerca el día.

    3. Empieza con hábitos simples: muchas veces fallamos en el intento de establecer un hábito porque intentamos complicarnos en exceso la vida. Por ejemplo, para introducirte en el mundo de la actividad física, te buscas un plan de entrenamiento de 6 días a la semana, tremendamente retante, por lo que con mucha probabilidad lo abandonarás ante la mínima aparición de agujetas. En nuestro ejemplo, para hacerlo muy simple podemos empezar tan solo con una entrevista breve, de 10 minutos, con café en mano y atendiendo por ejemplo a 3 preguntas:

– ¿Cómo estás en general en la empresa?

– ¿Qué es lo que más te gusta de lo que estás haciendo?

– ¿Qué es lo que menos te gusta de tu trabajo?

    4. Comparte con alguien el nuevo reto: plantearse nuevos hábitos implica sin ninguna duda cambios potentes por lo que si nos comprometemos con otras personas, aumentamos la probabilidad de que se mantenga en el tiempo. En el caso de la “Entrevista One to One” tenemos una opción perfecta: nos reunimos con todo nuestro equipo para ponernos al día a la vuelta de las vacaciones y les presentamos nuestro plan. Les podemos informar sobre el por qué de nuestra entrevista, la duración de la misma, el timing que seguiremos, etc. El simple hecho de comunicarlo, aumenta una vez más la probabilidad de que adoptemos este nuevo hábito.

Con estas 4 pautas, aumentamos el 80% la probabilidad de conseguir que la nueva acción que nos proponemos se convierta en un hábito. Si las chequeas con detenimiento son pautas baratas, fáciles y que no precisan demasiado tiempo por lo que ya mismo podemos empezar con un nuevo hábito. ¿Cuál será el tuyo?